Los primeros años de formación coincidieron con la II Guerra Mundial, pero los Martini no pasaron especiales apuros. A los 25 años, Carlo Maria es ordenado sacerdote. Una década después, tras licenciarse en teología y filosofía y completar su formación de jesuita, ocupa la cátedra de Crítica Textual en el Instituto Bíblico de Roma. En 1972 conoce a Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, que le invita a visitar a los expertos bíblicos de su ciudad. Martini hizo el viaje en coche con su hermano mayor, Francesco. Fue el último que hicieron juntos. En octubre de 1972, su hermano muere de infarto cerebral. En apenas 18 meses, Martini pierde también a sus padres. La familia del cardenal se reduce ahora a su hermana menor, Maria Stefania, y sus sobrinos, Giulia y Giovanni.
Son golpes de la vida que le han marcado, como la enfermedad. El párkinson le acecha desde comienzos del nuevo milenio. Pese a los iniciales desmentidos oficiales, la noticia es del dominio público antes del cónclave de 2005. La muerte de Juan Pablo II ese año brinda una ocasión a la Iglesia para afrontar quizá la reforma que muchos desean. Los seguidores de Martini confían en sus posibilidades de ser elegido. El cardenal se presenta en Roma apoyado en un bastón. Los expertos saben que el bastón significa "no me elijáis, estoy enfermo", en el metalenguaje vaticano.
El País, 13 de julio de 2008
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